Quién
se atreve a una mirada cercana a la locura y el llanto explotando al
siguiente segundo ?Y luego el caos. Esta es es una de las reacciones
típicas en un bebé.Y puede aterrorizar a cualquier varón que
tenga o no, en su futuro inmediato marcado el boleto de la
paternidad.
Lo
sé porque me tocó! Y me toca seguido. Para éstas horas, Benjamín
tiene 7 meses y dos semanas y es mi hijo. Aprendemos sobre nuestros
nuevos mundos y es la experiencia más fascinante que me tocó vivir.
Pero
todo tiene un Big Bang. Un comienzo, generalmente signado por la
noticia del embarazo. Ahí comienza el contraste. Mientras la mujer
o lo sabía/percibía y podríamos conjeturar que inicia un camino
marcado por el cambio, nuestro golpeada vida emocional termina en un
cóctel que incluye la parálisis, el desconcierto y la mente en
blanco.
Quizás
por años vimos como le llegaba este asunto de la paternidad a
amigos, vecinos y parientes. Esa tierra lejana, con su lenguaje
propio y mitos terribles. Hasta que la vida, conscientes de las
causas o no, nos deposita con la boca abierta y los ojos enormes en
las nuevas playas.
Estoy
embarazada!- puede repetirte ella. Claro que no lo vas a creer. Lo
puede repetir unas veces más, el efecto será el mismo. Y ésta idea
que parece haber estado por siempre en la vida humana, apenas lleva 7
mil años. Tener hijos no es nuevo pero sí sabernos padre.
Hombre/varón/padre.
La
maternidad y paternidad son construcciones sociales y en su estudio
algunas investigaciones concuerdan en que históricamente, solo en
comunidades humana avanzadas donde hubo crianza de animales en
libertad controlada podia asociarse la procreación al sexo.
Unicamente incluyendo un macho en el grupo, se "dieron cuenta"
que las hembras podían parir. Eventualmente llegó una imagen
incipiente del concepto paternidad. El Padre crecerá a través de
la historia y del mundo en formas antropológicas, psicológicas,
sociales, etc.
No
digamos ésto en voz alta, pero los próximos siglos pondrían el
papel de la mujer/madre en condiciones desfavorables. Grecia, Roma,
una temprana y conflictiva Europa, la moral, la endogamia, los
derechos, las decisiones sobre la vida y la muerte de los hijos, las
transformaciones de las guerras en las comunidades y en los roles de
padres, los señorios, la fidelidad, el sometimiento y la condicion
sexual y la forma de crianza cavarían profundo y duro en los caminos
recorridos por el patriarcado. Con la llegada de la revolución
francesa se busca una sociedad igualitaria y libre (en teoría) y
caen las cabezas figuradas o no, del Rey, el Padre y Dios.
Lo
sé. Vas a ser padre y acabás de entrar en un remolino. Es nuevo
para tu vida pero no para el mundo y como en las películas, estamos
solos en la ruta y sobre el horizonte avecina una tormenta. No sé
definir de manera tranquilizadora el término “ normal “ pero si
las cosas entre ella y vos fueron “ normales “, ella te lo contó,
se abrazaron, rieron, lloraron, volvieron a abrazarse, no existió
nadie más en el mundo durante esos 30 segundos, los cuerpos se
separaron y uno, varón, siente que fué soltado en el medio del
océano Indico. No lo hizo ella por favor ! Es la primera sensación
térmica del futuro padre. El hilito que encuentra y sigue,
orientado por la curiosidad hasta que advierte música de suspense en
el aire y el cielo cambia a plomizo, y el viento es un soplido
directo del Himalaya. Todo se puso, cual es la palabra ?Tenebroso?
No, mi querido amigo. Tenebroso no. No volvió Voldemort.
Sentiste
miedo.
Uno
novísimo, que te susurra: tu vida jamás será la misma!, que te
sugiere: nunca volverás a ser libre!, que te grita: ya no sos el
Rey!, que te sacude y dice: ni se te ocurra volver a dormir 7 horas
corridas! Por supuesto que luego de éstos bellos momentos estamos
preparados para firmar un contrato en blanco al mismísimo Lucifer.
Pero
no es tan grave. Tal vez haya llegado tu momento. Existe un momento
para todo. La vida en pareja cambiará o la comenzarás y de lo que
sinceramente te conozcas y sepas sobre ella habrá que mover los
muebles de lugar. En figurado y en real. Si lanzó la palabra
“retraso” de ahora en más será referencia a un test de embarazo
y no a los horarios de la terminal de Retiro. Conocerás el verdadero
suspenso, la temible intriga cuando esperes detrás de la puerta del baño por una o dos rayitas. Escucharás de su boca términos como
“participar”, “involucrarse”, “vida familiar” y creerás
que los entendiste pero esa comprensión solo estará al 90 %, como
cuando haces un dowloanding y no termina y no termina y no termina.
Los cambios físicos en ella aparecerán y en muchos casos serán
dramáticos, extremos. Vayas por donde vayas, juntá paciencia.
Algunos la describen como la capacidad de soportar con resignación,
la tranquilidad para esperar, calma y minuciosidad, la capacidad del
humano para soportar contratiempos. Tristemente viene del latin pati,
que significa sufrir, de ahí al castellano con “paciente” o “
el que sufre”.
No
creo que armarse de paciencia para los eventos que vienen tenga que
ver con sufrir. Tener un hijo no es una clase de sufrimiento social.
Todos tenemos historias personales y debemos o deberemos hacer las
paces con éstas. Acaso no esperamos por buenos momentos?
Con
el viento cálido a favor, sabrás que el amor, expande.
Benjamín,
10 meses, 2 semanas cachetes redondos alias Pochoclo es mi hijo. Y
por más que grite como un ataque de los Apaches por que tardo con
la mamadera, la mirada que me devuelve vale cada mañana, vale mil
vidas.
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