Ya sé que no somos Suiza. No nombro a
ninguna potencia donde las sociedades parecen utópicas, perfectas
pero embebidas de distancia humana. Lo mío es más simple. Salgo con
mi hijo en el cochecito y pareciera que el mundo exterior se trata de
un sálvese como pueda. A quien en mi situacion no le sucedió:
- Llego a la esquina y la senda peatonal está ocupada por un auto. Debo bordearlo metiéndome en plena calle contraria con su sonsabido riesgo.
- Llego a la esquina y la senda está ocupada por un auto pera ésta vez el dueño se encuentra en el interior y te mira con el desdén de “ me chupa”
- Llego a la esquina, miro para cruzar pero alguien mete su auto para doblar. No le importamos. En el 40 % de las veces no pone el guiño.
- Llego a la esquina y hay un camión o camioneta descargando algo. La mayoría de las veces la cola del camión toma el 25 % de la otra calle.
- Llegá a la esquina y tratá que tu hijo no quede licuado por el traqueteo de calles y veredas hechas polvo.
- Agregale el slasom de mierda canina, en menor medida de bolsas de basura sin recoger
- Tengo que bajar a la calle cuando dejan los autos cerrados en la vereda del garage sin espacio para mi o cualquiera.
- Esquivo obligado el vehiculo estacionado en cualquier lugar pero veo que abandonado a la buena de algún dios, hay un chico, un viejo o alguien que mira con cara de “ y que querés si me dejaron de garpe ? ¨
- Personalmente, el verano es la estación que más me gusta y la que más odio ya que el riesgo crece directamente proporcional a la masa de automovilistas.
- Sumale la ausencia de esa raza en extincion que son “ los de tránsito” que controlan en zonas centricas o semi centricas y cuando tienen combustible.
- Incluí tus aventuras personales en el rubro, que serán de lo más variadas.
- Incluí padres con más hijos, discapacitadon s con o sin silla, ancianos, y cualquier otra alternativa que transforme tu viaje en una escapa de Indiana Jones.
La
Agencia Nacional de Seguridad Vial declaró el 19 de marzo como el
Día de la Seguridad Peatonal. Esta decisión fue adoptada para
promover por parte de los conductores de vehículos el
respeto
de los derechos de los peatones a
circular con seguridad por la vía pública.
Según
un informe realizado por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, los
peatones
representan el 45% de las víctimas fatales,
seguido por los motociclistas (29%), y en tercer lugar los
automovilistas (19%).
Mientras
de cada
1000 lesionados que circulaban en auto
han
muerto
alrededor
10
personas,
de cada
1000 peatones
atropellados
han
fallecido 15. Esto
demuestra la vulnerabilidad de este último grupo en cuanto a su
riesgo de vida.
http://www.iprofesional.com/notas/182823-Ms-de-la-mitad-de-los-automovilistas-no-respetan-la-prioridad-del-peatnTambién el peatón es imprudente y la a imprudencia de la mano de la idiotez te lleva a perder la vida y la de tu hijo.
El
primer punto que se observó es el
lugar
en el que esperan los peatones antes de iniciar el cruce. El
76% espera en la vereda, y el 24%
restante
lo hace en
la calzada.
Al separar este último dato por género se observó que las
mujeres
presentan
una mayor
tendencia a esperar en lugares indebidos,
con el 54,6% de los casos.
En
cuanto al
respeto
de los semáforos,
el
68% de los peatones cruza cuando tiene luz verde para hacerlo, el 28%
atraviesa la calle cuando no tiene prioridad
de
paso, y el 4% restante inicia el cruce con el semáforo titilando.
A
la hora de cruzar la calle se registró que el 18,4%
de los peatones no respetan la senda peatonal y
cruzan por lugares indebidos. A su vez, el 13% de los peatones cruzan
de manera distraída producto de la utilización de diferentes
componentes tecnológicos (mp3, celular).
Con ésto, más del 55 % de los automovilistas no respeta la prioridad del peatón y más del 18 % no detiene el vehículo en la esquina.
Tengo una hipótesis algo siniestra respecto de automovilistas y peatones en las situaciones antes descriptas: a nadie le importa el otro. Y cuando pasa una desgracia, la culpa es del otro.
De momento, a Benjamin y a un servidor solo nos queda ajustarnos el sombrero, colgarnos el látigo en la cintura y que comience la fanfarria de John Williams cada vez que salimos.
Y a Uds. ?
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