Mi hijo cumplió un
año!
Lo interesante en
estos casos, digo, cuando uno apura con gesto nervioso al duendecillo
de las ideas para que mire mi monitor y trabaje, es que, como en una
situación de rehenes, la bestezuela pide sus cosas para comenzar.
Así que le pongo en
el auricular Iris (Hold me close ) Iris (Hold me close) de U2 para que entre en clima.
Me estiro en la silla, espalda recta, brazos en apertura y manos en
la nuca.
Si. Esa es una
posición de rehén.
Quiero decir mucho y
a la vez volverme egoísta.
Mi hijo cumple un
año y no quiero caer en lugares comunes y sentimentalismos que la
mayoría de los humanos podemos desarrollar con el correr de los
años. Creo que en el fondo me da vergüenza pensar en la palabra
amor, como si fuera cursi y éste breve término me ha dado quizás,
las mejores porciones de corazón palpitante.
Este es uno de los
vicios del hombre argentino clásico, en su cuarta década y padre
primerizo.
Digo.
O a lo mejor soy yo,
enseñado, corregido, desaprendido, desorientado, vuelto a construir,
sobreviviente que no cuenta las bajas.
Es amor puro sentir
que tu hijo ha llegado al año y actualizaste en tu pecho ese calor
de vida. Es el sol cuando te estabas congelando. Esa sonrisa aparece.
Si, creo que es salvación, pero no desde el concepto religioso sino
cosmogónico.
Hagan la prueba.
Miren a sus hijos a los ojos un momento y algo se disparará en tu
interior. Eso, querido amigo, es una vistazo a la eternidad. No como
un espacio melancólico, donde estés esperando lo que siga. Un
segundo de haber comprendido el sentido de todo y otro segundo para
olvidar, como limitado humano.
El tiempo es solo
un concepto para que los monos miremos los relojes. Para que todos
los monos vayamos ordenados hacia algún sitio creyendo en algún
tipo de lógica.
Viste como es la
vida? Hoy leés ésto y al momento llega la factura del gas y
etc,etc. Mandamos pal fondo y algo queda, pero hay que
volverse las personas más atentas para que la noción de ese amor no
quede en la lista descartada del día.
Benjamin, mi hijo,
cumplió un año y camina cual autómata desbordado de movimientos y
alegría. Su mundo es acotado pero florece de libertad. No ha dicho
nada lingüístico pero sus fraseos me cuentan todo.
Es verdad, duende de
las ideas. A veces las palabras son espejismos y la realidad que
quiero la consigo metiéndome en la cama con un niño y una mujer que
respiran nobleza y amor, a las 2:06. en éste país del fin del
mundo.
El tiempo es un
invento de algunos monos para manejar a gran parte de los otros
monos.
Yo solo espero la
próxima y sonriente mirada. Y las guardo a todas en la eternidad.
Selfie con la gente de Pocoyo. Signo de los tiempos.
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