Mal padre o padre ausente?

Es mejor tener aunque sea un padre despreciable que no tener padre.
Estoy pensando en un niño pequeño que conozco cuyo padre había matado a su madre ante sus ojos. La cuestión que se plantea: ¿Hace falta que lo vea en prisión?
El niño de 5 años, me convenció de que tenía que verlo.
Sin embargo, no se puede ser peor padre que aquél que mata a su mamá.
Ese niño tenía necesidad de una imagen aunque fuese la imagen de un terrorista o de un verdugo.
Marcel Rufo, psiquiatra infantil. Es doctor en Medicina por la Facultad de Medicina de la Universidad de Marsella, especializado en Psiquiatría y Pediatría.


Le estoy dando vueltas a este articulo hace días. Invariablemente los primeros razonamientos apuntan a las consecuencias de los hijos proyectadas en el tiempo. Lo diferente que hubieran sido sus vidas si..., me hubiera abrazado, me hubiera mirado con compasión, no me hubiera gritado marica por tener miedo, me hubiera escuchado, acompañado, etc.
Si papá hubiera estado. Su presencia, sus emociones correctas, su mente dispuesta, su corazón abierto.
La marea del tiempo arrastra todo. Esta frase que huele a poesía carga con una crueldad inusitada: lo que pasó no volverá. El vínculo que no se construyó, no existirá. O los agujeros en el alma de ese hijo tendrán la profundidad que tenga el dolor.
Somos necesarios los padres? No del todo.
Y la imagen y el modelo paterno ? Quizás.
Algunas personas construyen sus vidas sobre ruinas heredadas y no se vuelven problemáticos, deseosos de trasladar situaciones (adviértase que no expuse errores).Intentan sobrevivir.
Preferiría recordar la cara de mi padre o sus palabras o las ausencias de ellas para poder putearlo. Para que el veneno que llegó a mi vida inocente no me devore. Luego veré como sigo con mi vida, como le doy el sentido.
Si aquel hombre nunca estuvo, por definición generará un espacio que debió llenarse. No estar, no existir, en cultura occidental guarda relación con la pérdida.
De padres ausentes, hijos perdidos” es una frase del holandés Ton van der Kroon, precursor del desarrollo emocional masculino en Holanda, Rusia y hasta en la franja de Gaza que declara una verdad a medias. En mi opinión, el padre ha estado perdido, instauró la pérdida en su hijo pero ambos, instintivamente buscarán salir del laberinto.
Por qué 30 años atrás la identidad paterna parecía más clara, definida, presente y fuertemente asociada a la masculinidad ( como en la forma de cortarse el pelo, vestimenta o tratar a una mujer ) que la actual ? Tal vez las reglas eran más estrictas y las madres no ejercían sus derechos y libertades.
Tal vez la mujer ganó espacio y desplazó al varón. O lo mandó a una adaptación?
Por qué el padre contemporáneo, según estadísticas, cree poder deshacerse de su responsabilidad, de su conciencia? Porque somos 7000 millones de caras en donde poder esconderse?
Aquel niño en la historia de Marcel Rufo al comienzo, logró mostrarme que las emociones tienen el permiso de quebrar la lógica. Deseé que pudiera mirar a su padre y recordar las palabras de Joan Manuel Serrat “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.









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