Cuántas
personas reciben el llamado desesperado de su prima de 17 años,
embarazada, en rehabilitación de drogas, con el futuro padre del
niño en prisión y con sus pertenencias que ni siquiera llenaban
una y decide adoptarla para darle un golpe de volante al destino y
salvarlos?
Esta
situación estuvo frente a la vida de Tommy Connelly, australiano de
23 años. Estudiante, atleta, trabajador, ciudadano que jamás
volverá a ser un ciudadano común.
Tommy
pasó a las filas de los “Héroes secretos”, las personas que
corrigen mínimamente el camino de la humanidad pero ese acto la
define. Supongo que historias mayores, iguales e insignificantes
pasan a diario y sin llamar la atención rozando las vidas de los
7000 millones de personas.
Tommy
adoptó legalmente a su prima Kiarna que quedó en cuidado de los
servicios sociales pero a cargo del australiano y se convirtió en
algún tipo de padre.
Una
semana después nació Kaydan y lo convirtió en abuelo.
La
historia reventó en Facebook y gracias a ese impacto pudieron
recaudar más de 40000 dolares en 18 días para ayudar a la nueva
familia de la Sunshine Coast australiana, al sudeste de Queensland.
Las
vueltas de la vida que le dicen.
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