No
se si alguna vez te conté, querido hijo, que estuve en la otra
orilla. Fiel a las divisiones contrastantes argentinas de Boca-River,
chori-empanada, quiero ser padre- no quiero ser padre, papi estuvo en
la opción 2. Bien me podría haber amenazado el hombre de las nieves
con una careta de Carlos Saul que nada! Lo esquivé con calidad de
crack.
Pero
como dicen las viejas “ Todo llega a su tiempo”, me llegó.
Pero
las viejas se equivocan. Muchos desean profundamente ser padres y la
naturaleza, el inconsciente (gracias Sigmund...) el revirado
acidodexoiribonucleico o lo que fuere les tajea las esperanzas y las
ganas.
Para
otros es la vida misma, el destino de mierda, lo que querían pero no
resultó y hay pobre de mí y lo que pueden hacer con lo que tienen
en ese momento.
Muchacho,
razones sobran. Elecciones también.
Hijo,
entrar en la zona “padre” sopló mi casita de cartas cerebral
y... a recalcular.
Menos
mal que estaba tu madre ahí. Para que nacieras,claro y para
confirmar lo amado y suertudo que estaba siendo.
Me
pregunto si habrá sentido lo mismo este tal Akuku Danger, con su
récord de 130 esposas y 415 hijos.
Cuál
es el parámetro para todo?
Como
te decía, me convertiste en padre. Digamos que pasé la primera
pantalla de tus 19 meses. Digamos que tengo más preguntas que
respuestas, pero las respuestas que tengo me hacen amarte como nunca
lo hice.
Y
acá viene lo extraño, amarte me da un sentido finito de la vida,
una ambivalencia de jamás dejarte y saber que me iré. Sabés como
soy, no? Que no creo en ese amor pavo creado por el romanticismo y
visité la tierra de las pruebas inmutables y duras para enterarme
que estamos parados sobre átomos que vibran y que si dejan de
hacerlo nos caemos de culo y desaparecemos
Hay!..las
certezas...
Es
bueno que veas ésto, los grises. Tonos que aún con mi edad de padre
aprendo a discernir y a a veces a no discernir. Es bueno para que lo
sepas desde ahora, desde tus corridas vacilantes para no acartonarte
y convertirte en una estatua y no en un hombre.
Ya
sé que encontraste el amor! Lo sé cuando nos abrazamos y nos
tocamos nariz-nariz o asustamos a mamá corriendo hacia la cocina ( y
no es que las mujeres deba estar allí, es que la corremos hasta ese
lugar). Y el amor puede tener muchas caras. Hasta irreconocibles.
Dentro y fuera de tu familia.
Ojalá
te descubran de la misma manera.
Pero
es el día del padre Benjamin! Y voy a estar corriéndote entre risas
y enojos por querer sacar los bemoles al teclado. Es mi día gracias
a vos y mamá.
Esto
último está bueno.
Gracias
Espero
enseñarte y que entiendas lo sencillo y poderoso de ésta palabra.
En
mi día, Gracias.
Ahora,
nos tomamos una mama?
aquí Akuku, que no dejó títere con cabeza
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