Concordemos
que los padres son personas, no son ni hipótesis de trabajo ni seres
virtuales o mitológicos. Por lo tanto vamos a encontrarnos con seres
inseguros, temerosos, frustrados, indecisos, personas que arrastran
las bolsas de basura típica de la existencia (como cualquier otro
mortal) y han entrado con ellas al territorio de la paternidad.
Como
en una secuencia lógica donde A es a B, pueden trasmitir a sus hijos
éstas conductas y seguir alimentando el medio apropiado para que
crezcan (las conductas).
Sabemos,
que desde antes de nacer los niños “reciben noticias del medio”.
Por lo tanto, si nacemos en un ámbito familiar inseguro, pueden
llevar al peque a adquirir con total tranquilidad ese estilo de vida.
Nuestras
reacciones, adecuadas o no, serán imitadas y generarán un patrón
de conducta.
Por
lo tanto, un gran porcentaje de padres puede preguntarse sobre la
manera de formar a su hijo para que sea seguro de sí, para que tome
sus decisiones, para que pueda expresar sus sentimientos e ideas.
En
primera, los hijos inseguros demostrarán falta de confianza en sus
capacidades, creerán que no pueden, no tendrán iniciativa para sus
actividades e ideas, preferirán depender de lo que decidan los
demás, verán todo malo, feo o inservible, si sale de su ser. Tal
vez creen su mundo privado y se pongan a vivir en él.
En
segunda, los hijos superarán esas inseguridades si los padres
aceptan y trabajan en las suyas
para
la Ensayo y error no es sinónimo de inseguridad sino de aprendizaje.
Nadie nace sabiendo.
No
olvidemos que los niños son muy receptivos a las emociones de los
padres, y con ésto no olvidemos que las inseguridades no vienen en
los genes, sino que se absorben de conductas enseñadas, conscientes
o no.
Ahora,
no todas las inseguridades infantiles vienen de las inseguridades
paternas. Algunas aparecen por la sobre protección, situación que
corta las alas a las pruebas de las habilidades en los hijos. Y no
solo es un corte de habilidades sino también es campo fértil para
la creación de conductas egocéntricas y pesimistas. Para algunos
expertos, éste puede ser el comienzo de lo que se conoce como
“Síndrome del tirano” o comportamientos hostiles físicos,
psíquicos, desconocimiento de normas y limites de los padres.
Alimentan éstas situaciones la falta grave de disciplina, de
límites.
Algunas
veces los casos terminan en terapias,y cuando la cosa se fue de las
manos y el hijo alcanza la adolescencia, la bomba emocional es mayor
y difícilmente controlable. Aunque no imposible.
Por
eso, psicoterapeutas aconsejan:
- los padres tienen que estar de acuerdo en como criar a sus hijos
- debe haber rutinas y deben ser cumplidas, con claros limites y consecuencias a esas faltas
- No discutir. Para eso hay reglas y deben ser respetadas
- Los padres deben ser conscientes que muchas veces los hijos buscan obtener poder para controlar.
- Limites claros
- No dejar que crezca su egocentrismo
- Nivelar sus reclamos, ya que cuando más reclaman, más quieren
- Lograr su adaptación al medio y trabajar en su autoestima
Como
crear hijos inseguros
Por
lógica,de padres inseguros. De conflictos entre los adultos donde
los hijos son testigos, de todo tipo de inestabilidad familiar, la
falta de reglas donde puedan construir su ambiente seguro, sepan
donde están los limites y las consecuencias de trasvasarlos. A veces
los padres se vuelven culpables por determinadas circunstancias y los
hijos perciben ésto como una oportunidad para obtener permisos o
realizar acciones con impunidad.}
La
ausencia de padres o de alguno de ellos por la causa que fuere,
generalmente es terreno para la inseguridad ya que no tienen un faro
que marque un camino familiar, las reglas y los conceptos claramente
La
critica constante de padres por sus diversas frustraciones,miedos e
inseguridades lleva a la autocritica, e instalación de miedos e
inseguridades en hijos.
Crear
demasiado apego donde se fomente una conducta depenciente
Concebirlos
como el centro del universo, los lleva a apartarse de la realidad,
generar poca tolerancia a las frustraciones y hasta niños violentos
por no poder manejar éstas situaciones.
Dejarles
crear su propia identidad
Y
para desarrollar la confianza...
La
confianza viene de sabernos valiosos, orgullosos y auto aceptados. Y
podemos desarrollar esa confianza en nuestros hijos cuando pasamos
tiempo con ellos. Tiempo de calidad. Sin excusas. Como padre debe
aceptar que es una persona diferente, que por más chico que sea
también trata de construir su camino. Necesita de nuestro amor, de
nuestras palabras, de nuestras miradas, de nuestros abrazos y de
nuestros juegos. Necesita de nuestras preguntas, tan sencillas como
“Y ese dibujo lo hiciste vos”, aunque todavía no hable y el
dibujo sean sinuosos caminos de birome azul.
Tratá
de que haya un equilibrio entre tu protección y los riesgos que él
quiera tomar para conocer el mundo. Escucharlo, festejarlo,
alentarlo, enseñarle y tenerle paciencia para que aprenda.
Comprenderlo.
Esta
última palabra comienza en nosotros, posiblemente revisando nuestra
historia y porque no, abrazando a ese niño-hijo por el padre que
somos. Al principio nos puede resultar hasta extraño pero quieren
saber algo? Todos sonreímos con nuestra felicidad de niños, con
nuestras viejas risas de crio.
Ojalá
que te encuentres.
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