Este
es un post corrido de registro. Tal vez porque es diferente a lo que
vengo escribiendo, tal vez porque la vida de su protagonista lo fué.
O por ambas razones.
Este
post habla sobre una parte de la vida de Kurt Cobain, cantante y
compositor de Nirvana. Su espíritu y su música marcaron época pero
un escopetazo en la cara terminó con ellos.
Más
bien creo que transformó su espíritu en una forma de sentir la vida
que perduró. Y tocó a muchos. Mi juventud fue tocada por el
espíritu de Nirvana y de Cobain.
Pero
este post habla de Kurt luego de ver el interesante documental
“Mountain of Heck” del director Brett
Morgen http://www.imdb.com/name/nm0605137/ que viene a estrenarse
en el circuito de cines en Estados Unidos y que por obra de internet
pueden ver desde el vinculo
“Mountain
of Heck” viene a traducirse como Montaña de demonios, figuras que
atormentaron la cabeza y el alma del músico, creo yo, desde que sus
padres se separaron cuando él tenía 9 años. El documental toca
ésta parte de la historia.
Los
padres se separan. Separarse en esa época era caminar por una tabla
para piratas, no solo en el país del norte. Queda con su madre pero
no lo puede controlar. Lo pasa a su padre. Su padre forma una nueva
familia y lentamente las puertas del infierno se van abriendo para
ese adolescente que ya no sabe donde ubicar la palabra amor.
Es
difícil dar una definición de amor y complicado una de amor
paternal o maternal. No quiero pecar de buscar definiciones fáciles
y encasillamientos. No piensen que pienso que el mundo puede ser
controlado. Acaso nuestro mundo privado. Solamente tenemos una
tranquilizadora sensación de que las cosas están en orden.
Así
que Kurt enfrenta los esquives de sus padres por criar un hijo
consecuencia del divorcio (y no digo que todos los hijos afectados
por divorcios terminen como Cobain).
Los
enfrenta y pierde, como todo chico despojado de sus sueños, su
protección. Pisotea una niñez sumamente alegre.
Muchos
padres identificarán ese corte a veces como la caída de una hoja de
guillotina y otras como el comienzo de una tortura que no promete un
final. Se sabe, en el medio hay grises igualmente punzantes y
molestos.
Pero
no tiro todo el peso a los padres. También existen hijos complejos,
hijos que rechazan hasta el amor por una idea distorsionada de esa
emoción que vaya a saber como nace y evoluciona.
Y
sé que todo tiene un origen, quizás lejano, oscuro, feo,
distorsionado, frustrado, rabioso, inmaduro. Cómo alcanzarlo e
iluminarlo y suponer que le vamos a encontrar un sentido cuando lo
veamos directamente a los ojos? Posiblemente lo tapemos con más
cotidianidad, trabajo, vicios, violencia, errores y lo que fuere para
no tener que verlo.
Reacción
humana, mis amigos. Correr ante la fiera.
Kurt
fue padre de Frances, con la cantante también complicada, Courtney
Love.
De
su padre dijo a la revista Rolling Stone: “No apruebo el
tener un bebé que lo solucione todo, lo cual yo fui para arreglar
sus problemas", auqnue sé que mi papá me amaba de verdad”
Este
es un post para sentarnos y pensar que demonios hacemos a veces. Un
alto sin juez ni justicia ni condenas.
Un
stop para preguntarnos sobre nuestro novisimo o no, titulo legal de
paternidad y si le hacemos honores. Si estas ondas en el estanque que
producimos con los que amamos los impulsan o los ahogan.
Leo
de casualidad a un poeta germano llamado Holderin que dice : “Los
padres forman a los hijos como los océanos a los continentes,
retirándose”
Retirándose
y acercándose, cada cual buscando su espacio vital, su oxígeno pero
tan necesitados de abrazos y cariño como cualquiera.
Este
es un post algo corrido del registro sobre un hijo genio, sus padres
que hicieron lo que pudieron y sobre nuestros espíritus, que hacen
todo lo posible por mantenerse en pié.
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