El destino manifiesto







La vida ha seguido sin mí. Lo admito. Después del dolor comunicado, sin importar cuantas noches de desvelado sufrimiento haya logrado mi capacidad de sentirme alguien en el mundo, la vida avanzó.
Incluso la mía! Avanzó mirándome sobre el hombro en espera a que resolviera que diantres hacer.
Cierta iluminación viene de la repetición, de revisar lo mil veces visto.
No está muerto quien respira.
Sencillísimo.
El resto, cariño, es todo tuyo. A hacerse cargo.
No tengo muy en claro si fui vistiéndome con los atuendos de pareja, padre, amigo, músico, amante de la ciencia ficción, admirador de Tarantino y Ridley Scott, testigo de la más hermosa naturaleza o…quedé desnudo.
A la espera. Receptor
No, todavía no lo tengo en claro.
Con todo esto he sentido al destino mucho más cerca?
Uno descubre ese dibujo particular inmediatamente?
Estoy seguro que mucho antes de dar nuestro primer aliento en éste mundo el destino se nos  acercó, hizo el ademán de ubicar tres barajas en la mesa y nos dijo:

n      Elije!

Vieron el truco?
Cada cual elegirá su respuesta a esto. Y también habrá tomado una nueva carta.
Como padre, creo tener gran parte del destino de mi hijo en mis elecciones. Y con ellas se cruzan otros destinos que tejerán vaya a saber qué.
De momento, sé que como a toda persona que le han tocado momentos de mierda, momentos difíciles, mucho tiene que ver que hagas con ellos.
Percibirse de las dos maneras relatadas por Shakespeare.
Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito...
                 Shakespeare, Hamlet, segundo acto, escena 2

Podría dar un paso y sentir que comienzo
Porque es sencillo, no está muerto quien respira.

Así que éste es mi primer paso, nuevamente.

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