Viernes. 1:25 de la madrugada.
Ese es el momento en que mi mente ve una luz, una salida en
la inmensa oscuridad donde estaba metido.
No somos compartimentos separados, así que mi cuerpo también
percibe el salvavidas. Mi corazón, mis emociones. Un Lázaro que despierta y se siente entumecido. Pero
despierta.
1: 25 de la madrugada. Con mi hijo durmiendo y mi mujer
siendo soporte de una charla de las tantas que tenemos.
Ni como ni porque, el inicio de la salida aparece y voy
hacia ella.
Desde mi último post, desde la muerte de mi madre y los
truculentos acontecimientos posteriores que me arrojaron al mismísimo y
mierdero infierno, escribo porque ahora puedo darle paso a éstas emociones y
pensamientos.
Escribo porque eso y éste articulo tiene para mi un profundo
sentido de lo que es la paternidad y como construye una persona, como deja
huella y como puede llegar a dejar heridas. Como muchos pueden estar pasando
por lo mismo en un lento goteo de dolor y acostumbramiento a través de la vida
y los años.
Mi madre muere y descubro como había detenido, equivocada o
no, con su cuerpo, con su alma, con su vida, los embates de manipulación,
violencia psicológica y hasta física por parte de mi padre.
Destapo, caigo en cuentas como mi madre, mi hermana y yo estábamos
adoctrinados en temores sutiles, en amenazas veladas, en promesas de terror.
Como en el juego del camino de fichas de dominó volteadas,
mi vida fue derrumbándose hasta donde pudo.
Tristeza tras tristeza, dolor y
engaño. Llegó un instante donde no supe quien diablos era. Una avalancha de
desengaño punzante.
Hombre de 45 años con
mujer e hijo, lloré a mi madre como un niño de 2 y volví a llorar a un padre en
el mismo recorrido de frustración y crudeza.
Un padre que para la sumatoria de
una vida, solo había figurado en nosotros por el empuje de mi madre y por que
ella nos había criado, hecho personas.
Ella moría atrapada en años de
mierda oculta.
Y no pudo más.
Comencé Bienvenidos porque
Benjamin y Julieta cambiaron mi vida
para bien. Necesitaba devolver ese bien y charlar, escribir, poner en la
mesa lo que nos pasa a los hombres al ser padres.
Soy un padre totalmente diferente
al mío. Soy un padre que ama y se preocupa por su hijo. Soy un padre que
aprende y que pide ayuda. Soy un padre que no lo puede todo pero hace todo por
su hijo.
Soy un padre sin máscaras.
Agradezco a cada persona que
siguió leyendo el blog y espero que lo pueda seguir haciendo.
Extraño a mis amigos padres de
todo el mundo, pues entré en un barril de mierda y comienzo a limpiarme.
Gracias a todos por la paciencia.
Seguiré escribiendo no para ser
un super papá o saber a qué temperatura exacta debe tomarse la mamadera, sino
para que padres en todas partes sean personas sinceras con ellos mismos y de allí,
con el mundo
Que bien le haría en cada lugar
del planeta que otro no se cague en el prójimo.
Les mando abrazos!
Lágrimas en mis ojos al leerte. En una cafetería, mientras como, estoy profundamente emocionado por tus palabras, entraña pura que revuelve por dentro y por fuera. Te siento. Te entiendo y solo quiero abrazarte en tu aullido. La autenticidad tiene un precio y es la división xon nuestra familia de origen al darnos cuenta que somos fruto de heridas profundas que sin conciencia nos hirieron mortalmente. Pero amigo, siento un siento un intento genuino de sanación en ellas y que puede inspirarnos a tantos que nos sentimos afines a ellas. Un abrazo de corazón. De hombre a hombre. De niño a niño. De persona a persona. Gracias por tu valentía. Gracias Sergio... y sigo con lágrimas al escribirte esto.
ResponderBorrarTremendo, Sergio. Una oleada de abrazos detrás de otra, de esos que se sienten hasta de lejos, por mucho tiempo.
ResponderBorrarLo siento mucho... Lo único más duro que perder a un padre o a un hermano es perder a un hijo, y yo pido todos los días no tener que ver eso. Hace más de nueve años que perdí a mi padre y aún me duele mucho... Lo único que pido todos los días es que mi madre me dure al menos veinte años más.
ResponderBorrarTe deseo mucha fuerza y te mando un beso enorme.
CALARON HONDO TUS PALABRAS. ABRAZO INFINITO DE PADRE A PADRE
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